I AM A FUGITIVE FROM A CHAIN GANG (Soy un fugitivo) (1932). Mervin LeRoy.
I AM A FUGITIVE FROM A CHAIN GANG (Soy un fugitivo) (1932). Mervin LeRoy. ENLACE A LA REVISTA DIGITAL CINE MALDITO EN SESIÓN DOBLE Existe esa pregunta permanente de si el cine sirve para cambiarnos como sociedad desde que se consolidó como un medio generador de imágenes que llevaran al entretenimiento, a las ideas, al arte, o a la difusión de cultura. A la vista está que no, pero por el impacto que causó desde su nacimiento, sí ha podido resultar un vehículo de concienciación, de denuncia que intente conducir hacia cambios estructurales o al menos de mejora de los mismos. Existen muchas iniciativas desde las primeras décadas del pasado siglo por promover productos de raigambre social, político o humanitario. En estas coordenadas se originó Soy un fugitivo (I Am a Fugitive from a Chain Gang), película enmarcada en la depresión americana después de la gran crisis de 1929, que dio luz verde a historias de realismo social y denuncia. Este cambio de rumbo hacia cine carcelario fue motivado