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Mostrando entradas de marzo, 2024

CUANDO ÉRAMOS JÓVENES (A byahme mladi,1961). Binka Zhelyazkova.

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CUANDO ÉRAMOS JÓVENES (A byahme mladi,1961). Binka Zhelyazkova. Toparme con esta directora ha sido un sorpresivo y agradable descubrimiento. Siempre me he conducido a investigar mujeres dedicadas al cine (en cualquiera de sus facetas) menos conocidas por múltiples razones. Es público y notorio que muchas fueron silenciadas en la historia a pesar de su relevancia en su tiempo y otras que, por su pertenencia al “otro lado” político, en nuestro país no fueron difundidas. Me ha ocurrido con muchas directoras soviéticas, invisibles para nuestra cultura, también de países satélites de la URSS, de las que destaco por la excelente impresión que me causó hace años, la ucraniana Larisa Sheptiko o la húngara Márta Mészáros. Podría enumerarlas a casi todas (en otras entradas sí lo he hecho), pero hoy prefiero centrarme en la figura de Binka Zhelyazkova , nacida en Bulgaria en 1923 y fallecida en 2011, primera directora en su país y de las escasas que dirigían en la década de los cincuenta y sesent

VEINTICUATRO OJOS (1954). Keisuke Kinoshita.

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  VEINTICUATRO OJOS (1954). Keisuke Kinoshita. ENLACE AL TEXTO EN LA REVISTA DIGITAL CINE MALDITO Cuando me pidieron realizar un texto sobre una película relacionada con la Educación, así como libertad para elegirla, evité buscar ejemplos contemporáneos porque normalmente me exasperan sus propuestas. Quizás porque me recuerdan demasiado a mi oficio y también por observar con estupor los numerosos errores en que incurren. Sí, sé que pertenecen al terreno de la ficción, pero mi afán por tomarme muy en serio ese contexto debido a mi docencia durante veintiocho años, me hace implicarme de forma subjetiva sin encontrar el disfrute en un escenario, sin duda, apasionante. Por ello, preferí adentrarme (después de pensar en varias menos conocidas y alternativas), y escoger una historia en la que la docencia está romantizada, aunque sin huir de episodios amargos, marcada por sus altibajos emocionales, características inherentes a ella. Historia que desde sus primeros compases sabe a epopeya, q

NANA (2023). Castro Lorenzo.

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NANA (2023). Castro Lorenzo. ENLACE AL TEXTO EN LA REVISTA CULTURAL DIGITAL AMANECE METRÓPOLIS Abrir este documental con la voz quebrada y la presencia contundente de José de los Camarones enmarcada en negro resulta a todas luces un caballo ganador. El cantaor surge en un espacio rural yermo en blanco y negro provisto de una puesta en escena atrayente, con diversas escaleras por las que se encarama mayestático para cantar a los cuatro vientos una nana flamenca. “No tengas miedo, chaborrillo mío, tu papa te canta una nana, corazoncito mío…” resuena a través del torrente desgarrado de José Galán constituyendo un preludio con fuerza que expresa la intención del director de acercarse a los miedos personales de varios creadores (fotógrafos y directores), a la incertidumbre en la creación, apelando a su confianza para desarrollar qué significa enfrentarse a una nueva obra. Un temor que para castro Lorenzo representa un nexo con su yo más íntimo y la niñez, aquel que remite a su pasado, conec