La primera espía del cine. PROTÉA (1913). Victorin-Hippolyte Jasset
La primera espía del cine. PROTÉA (1913). Victorin-Hippolyte Jasset Celebérrimos son los seriales de la primera década del cine francés y mundial provenientes de la literatura policial francesa y estadounidense, las novelas folletinescas por entregas o los suplementos literarios en periódicos de autores consagrados que formularían el germen incipiente del Polar francés (enlace a estudio) , el género galo por excelencia del film noir . Aquellos precedentes de las series de ahora que promovían la intriga y la inquietud por el seguimiento de historias detectivescas, de delincuentes mitificados o investigaciones policíacas proliferaron en el cine por la entrega de un público ávido de relatos relacionados con el crimen. Los más recordados, los de Louis Feuillade –los fabulosos Fantômas (1913-14), Les Vampires (1915-16) y Judex (1916), también Tih-Minh (1918), menos conocido–, pero aparte, muchos directores fundamentales de la época se sumaron después a esa empresa del cine criminal por