GENE GAUNTIER, mucho más que la "Girl Spy" de la Kalem


GENE GAUNTIER, mucho más que la "Girl Spy" de la Kalem

En mi interés por buscar pioneras del cine mudo que destacaran por su trabajo en el cine en distintas facetas (algo muy común en los inicios) y por representar personajes heroicos femeninos en una sociedad en la que no era común la fortaleza, la demostración de audacia y destreza física de la mujer, me detengo en esta guionista estadounidense, actriz, productora y directora Gene Gauntier (1885-1966). Fue conocida en su inicios como la "Chica Kalem", ya que se convirtió en la figura preeminente de la Kalem Film Manufacturing Company. Escribió el guion adaptado de Ben-Hur (1907), famoso por la controversia que surgió con el autor del libro de Lewis Wallace en 1880, que constituyó un antes y un después en torno al establecimiento de las primeras leyes sobre derechos de autor. Una película que se adelantó a la famosa de Fred Niblo de 1925.





Gauntier participaría como actriz y escribiría el guion en la que se considera la primera película de Hollywood rodada fuera de EEUU (The Lad From Old Ireland,1910), así como de otras de la Kalem que tuvieron localizaciones en el extranjero, algo todavía inusual y que abriría puertas a otras producciones posteriores. Dirigiría durante cuatro años las compañías extranjeras de la productora, rodando en Irlanda, Italia, Escocia, Alemania, Gibraltar y más países. Posteriormente, en 1912 dejó la Kalem para formar la Gene Gauntier Feature Players Company, aunque dos años después se uniría a la Universal con su marido Jack Clark, aunque esa relación laboral sería bastante corta, dando finalizada su carrera cinematográfica ya que según comentó en una entrevista en Photoplay: “después de ser dueña de todo lo que inspeccioné, no podía trabajar en las nuevas condiciones”.




Resulta bastante triste (existen muchísimos casos similares) que la participación de la mujer, que en los inicios del séptimo arte era muy habitual en facetas de interpretación, escritura de guiones, dirección y producción (que iban intercambiando continuamente o las simultaneaban), fuera progresivamente eliminándose con la llegada y monopolio de los grandes estudios de Hollywood, que organizaron la industria de otra forma, con exclusividad en cada puesto y nula capacidad de toma de decisiones. La huella y contribuciones femeninas cinematográficas  fue disipándose y resulta muy común la atribución de dirección o producción a hombres en muchos países, siendo muy complicado comprobar las autorías de muchas directoras, que han sido invisibilizadas en la historia cuando en su momento gozaron de relevancia. Al terminar su trayectoria cinematográfica Gene Gauntier se convirtió en periodista y trabajó como crítica de cine y teatro para el Kansas City Post en 1919.

En sus memorias de 1928 contó algo de mucha relevancia. Cuando era productora de la conocida Biograph Company, y en una época en que se intercambiaban constantemente los roles en la realización de películas, le dio el encargo de pasar de actor a director al mismísimo D. W. Griffith, un incunable de la evolución del lenguaje cinematográfico al que denominaban "Larry" en esos años. (Datos extraídos de la página de WOMEN FILM PIONEERS PROJECT).



Pero vayamos a su serie Nan, la espía confederada. En 1909 escribió el guion y protagonizó The Girl Spy: An Incident of the Civil War, a la que le seguirían cinco más materializándose en una serie convirtiéndose así en la "primera reina del serial" con permiso de Mary Fuller, otra actriz que asentó las bases y que fue considerada así con más fama, aunque con un serial algo posterior y sin tanta acción y aventura. Lo que queda claro es que fueron precursoras de Pearl White, Nell Shipman, Helen Holmes, Ruth Roland, la italiana Astrea o la francesa Musidora, "compitiendo" en ser el primer papel de espía con Jossette Andriot y su Protéa, aunque son muy distintas en contextos históricos, meticulosidad, sofisticación, ambientes y forma de actuar. Lo interesante es disfrutar de la presencia de tantas mujeres con relevancia en ese incipiente cine que dieron vida a personajes luchadores, a contracorriente. Algo que luego se perdió lamentablemente. Según el historiador Daniel Lawrence Aufmann, él identifica nada más y nada menos que a treinta y ocho mujeres que podrían ser llamadas reinas de las series. (WOMEN FILM PIONEERS PROJECT).


Gene Gauntier encarnó a una espía confederada que se vestía de hombre para infiltrarse en las líneas de los Unionistas saboteando con sus espectaculares engaños a éstos. He podido ver dos de ellos en los que se ve vistiéndose con ropas de soldado de la Unión, correr, disparar, luchar con otros soldados, camuflarse y galopar en un caballo con destreza. Roles insólitos femeninos autosuficientes que abrieron puertas a otros y que tuvieron una gran afluencia de público y encumbraron a estas mujeres en esas décadas del cine mudo.

En sus memorias comentó:

"Mi trabajo en la pantalla fue extenuante, montando a caballo durante horas cada día, escenas acuáticas en las que me suicidaba o flotaba en aguas infestadas de tiburones, trepaba a los árboles, bajaba con cuerdas desde las ventanas del segundo piso, saltaba desde los tejados o rodaba hacia abajo. quedar atrapado en mantas, esquifes volcados, remar en canoas, ciento un “scrokes” pensados ​​para dar la acción que exigía el cine de Kalem. Me aterrorizaba cada cosa atrevida que tenía que hacer… pero por alguna razón inexplicable seguí escribiéndolas. Nunca me parecieron difíciles cuando estaba sentado frente a la máquina de escribir". (WOMEN FILM PIONEERS PROJECT).









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