NELL SHIPMAN, la heroína escondida

NELL SHIPMAN, la heroína escondida.

¡Cómo se me ha podido escapar esta increíble mujer! Ardo entre estupefacción, desconcierto, incredulidad y un sinfín de sentimientos que me llevan a una felicidad por este grato e interesantísimo descubrimiento que amplía mi conocimiento sobre las directoras pioneras del cine. Directoras como Alice Guy, Lois Weber, Germaine Dulac, Dorothy Arzner o Ida Lupino creo, en mi optimista impresión, que están mas consolidadas y difundidas en diferentes foros y ya gozan de una proyección cada vez más extendida.

Pero, cuanto más se indaga, más mujeres surgen de un limbo cubierto de una gruesa capa de polvo de olvido que unas cuantas personas investigadoras nos acercan por fortuna. En las dos primeras décadas del cine era muy común una estructura horizontal en la que los actores y actrices hacían también las funciones de guionistas, productores, o directores. Luego ya irían definiéndose hacia lo que más les gustaba o se les permitía. Un sistema anterior al de Estudios en el que la existencia de lo femenino con toma de decisiones tenía más presencia que en décadas posteriores, en las que son contadas las directoras que pasaron a la historia, sino que estaban relacionadas en puestos como maquilladoras, montadoras (un puesto muy femenino), scripts, diseño de vestuario, con aportaciones menos frecuentes entre la escritura de guiones (Frances Marion, Anita Loos, Thea von Harbou) o de dirección. Un puesto el de dirección o producción casi exclusivos del sector masculino, salvo algunos casos honrosos en diferentes países, no sólo en Hollywood.

Alice Guy.

Pues sí, antes de –imposible citarlas a todas, nombro algunas de las más conocidas– Olga Preobrazhenskaya, Yuliya Sólntseva, Sfir Shub, Wanda Jakuboswka, Musidora, María Forteza, Mary Ellen Bute, Helena Cortesina, Margarita Aleixandre, o de años posteriores reconocidas como Jacqueline Audry, Sara Kathryn Arledge, Leni Riefensthal, Kinuyo Tanaka, Matilde Landeta, Márta Mészaros, Vera Chytilova, Ida Lupino, Kira Murátova, Cecilia Mangini, Larisa Shepitko, Ana Mariscal, Maya Deren, Shirley Clark, Agnès Varda, Margaret Tait, o muchas de décadas posteriores (cada vez el número es más grande), teníamos a grandes desconocidas que produjeron y dirigieron como Francesca Bertini, Lucie Derain, Paulette McDonald, Elvira Notari, Tazuko Sakane, Ida May Park o Aziza Amir.  Unidas a las citadas como Alice Guy (la primera), Lois Weber o Germaine Dulac, las grandes pioneras. Mujeres que van saliendo a la luz progresiva y lentamente que, a menudo, varias de ellas vieron cómo sus obras eran atribuidas a hombres, quebraban sus productoras o sucumbían a una sociedad de marcado acento patriarcal y a las que la historia y bibliografía existente soterró y abandonó.

Germaine Dulac.

Olga Preobrazhenskaya.

Y en ese terreno de las soterradas me encuentro con la canadiense Helen Foster Barham, llamada posteriormente NELL SHIPMAN (1892-1970), una chica poco común en la época que la vio nacer, muy avanzada y con grandes iniciativas. Más que hacer un recorrido biográfico recogido de las distintas páginas en inglés que he encontrado (incluiré un enlace por si se desea consultarlo) que podría resultar más tedioso, me centraré en su personalidad, su ansia de libertad artística y su apuesta por ofrecer una imagen de la mujer más fuerte, valiente, activa y con capacidad de decisión, tal como observamos en sus intrépidos personajes. Coetánea a la famosa Pearl White, otra heroína, en este caso estadounidense, encumbrada por la serie “The Perils of Pauline, donde realizaba actividades en escenas que anticipaban a las películas de acción, normalmente atribuidas a hombres.

NELL SHIPMAN.


Nell Shipman empezó como actriz de teatro al trasladarse a EEUU, pasando luego a guionista, trabajo por el que lucharía por los derechos de éstos en la industria, interpretando papeles que ella misma escribía (alguno de gran relevancia) y que le irían conformando una personalidad fuerte y con capacidad creativa. Por ello crearía una pequeña compañía con su marido, produciendo y protagonizando una película que gozaría de gran éxito, adaptada de un libro y posteriormente a su divorcio crear otra compañía junto a su nueva pareja con la que tendría mayor libertad artística.



Versión de 1927, muy distinta, del mismo libro "Wapi, the Walrus".


Mujer de carácter, fue capaz de decir no a un contrato del mismísimo Samuel Goldwyn, renunciando a sabiendas a una carrera como actriz, pero sí apostando por consolidar la suya como guionista, productora, actriz y directora. Adoraba rodar fuera de los estudios, en parajes naturales alejados de Hollywood y con animales, ya que era adiestradora. Fue una gran defensora de los derechos de éstos, escandalizada por la nula protección en la industria del cine, lo que la llevó a tener su propio zoológico y utilizarlos en su cine transportado al medio natural, donde se la veía tratar con ellos en armonía. 


Toda una rara avis de la industria, que apostaba por papeles de heroína, la salvadora de hombres indefensos, que salió semidesnuda en 1919 (de las primeras, junto a una película de Lois Weber, “Hypocrites”, 1915), que remaba, nadaba, conducía trineos en la nieve tirados por perros. Que conducía coches por terrenos agrestes imposibles, con una gran destreza y sin inmutarse; que escalaba, disparaba, se defendía de intentos de violación y también tenía tiempo para el amor de pareja o por los niños, a los que defendía, siendo ella la auténtica protagonista.



Arquetipo de mujer insólito, que cambiaba las historias de hombres por mujeres, con el enfado de sus autores, y que sería progresivamente apartada y con productos de escasa repercusión que provocaron que tuviera que donar sus animales por no poder cuidarlos, donde malvivirían y que vería terminada su carrera como promotora, actriz y directora de sus ideas. Se retiraría a escribir, terminando unas memorias que serían publicadas años después de su muerte en el olvido.


SOMETHING NEW (1920). Dirigida, producida, escrita y protagonizada por ella. Destreza al volante y valentía ante una historia inventada por una chica guionista falta de ideas sobre la confrontación entre lo clásico-moderno. Ella es la que salva a su chico herido.




BACK TO GOD'S COUNTRY (1919). Protagonizado por Nell Shipman  y guion adaptado por ella de la novela "Wapi, the Killer". Todo un éxito en Canadá y mundial. Rodado en todo tipo de exteriores, la protagonista demostrará su valentía en un barco, en el bosque y en la nieve cuando matan a su padre.






Curiosa forma de plantear una pantalla partida en ese año, muy distintas a otras de la época. Recuerdos.


WHITE WATER (1924). Escrita, producida, protagonizada y dirigida por ella. Un niño con la columna deforme a causa de un accidente es cuidado por la protagonista, que deberá defenderse y salvarle al caer a un río. Drama en un ambiente de leñadores con final feliz.






THE GRUB STAKE (1923). Producida, escrita, protagonizada y dirigida por ella. Mujer engañada con falsas promesas a la que quieren vender a un burdel y matar a su padre.











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